martes, 6 de mayo de 2025

Cuando los problemas nos impiden disfrutar

 

En ocasiones, el sexo no funciona como debiera porque, como suele decirse, "tenemos la cabeza en otro sitio". El estrés y las preocupaciones no nos permiten concentrarnos en nuestras propias sensaciones, haciendo que el deseo decaiga y no obtengamos la satisfacción esperada.

  • Para disfrutar de nuestro cuerpo, es conveniente desconectar previamente nuestro cerebro. Si estamos pensando en poner la lavadora o en ese informe que debemos preparar, es muy difícil atender a la llamada del deseo. Es necesario, por lo tanto, relajarse y dejarse llevar.

  • Para ello, es conveniente que, al menos durante el tiempo que duren  tus relaciones sexuales, estés lo más entregado/a posible. Si te asalta algún pensamiento inconveniente, en lugar de darle vueltas, frénalo en seco desde el primer momento. Se trata simplemente de expulsarlo de tu mente, concentrándote en lo que realmente importa: dejar que te dominen tus sensaciones.

  • Si estás demasiado estresado/a o preocupado/a para poder concentrarte, establece un ritual para desconectar. Un baño en pareja, un masaje relajante..., cualquier método es bueno para prepararse para el amor.

  • Y, por último. No postergues el sexo al último lugar de la lista. Disfrutar de tu cuerpo es tan o más importante que muchas de tus tareas diarias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario