lunes, 6 de septiembre de 2021

Descubre cuáles son tus aptitudes y cómo desarrollarlas

 


Si superas tus propias limitaciones, te resultará más fácil encontrar tu camino

Nunca es tarde para dar un nuevo giro a tu vida. Si te sientes estancado/a, sumérgete en tu interior y recupera todos aquellos talentos que permanecen dormidos.

Cada uno de nosotros tiene una cualidad innata que le distingue de los demás, un talento propio que, si lo cultivamos, puede darnos muchas satisfacciones, tanto personales como profesionales. La cuestión está en saber desarrollarlo, es decir, poner todo de nuestra parte para que no se quede únicamente en un proyecto. Convertirlo en una realidad depende en gran parte de nuestra voluntad y de nuestro esfuerzo. "El mejor lugar para descubrir tu talento eres tú mismo", asegura el escritor y dibujante Ashleigh Brilliant.

 ENCUENTRA EL GENIO QUE LLEVAS DENTRO

Es en nuestra infancia cuando empieza a definirse nuestro talento. El niño sabe por intuición cuáles son los campos que domina mejor: el dibujo, los deportes, la música... Pero al crecer, la lógica se impone y el mundo que hay a nuestro alrededor suele hacer todo lo posible para quitarnos esos sueños de la cabeza. ¡Cuántos talentos en estado embrionario se han quedado en nada por no haber apostado por ellos!

Una buena idea es volver a aquella época de nuestras vidas en las que todo era posible. Hacer memoria y recordar qué era aquello que tanto nos gustaba años atrás: sueños, estudios, aficiones... todos esos proyectos que acabaron quedando en el tintero y que nunca llegamos a materializar. Pintar un cuadro, montar un negocio, aprender un idioma nuevo, practicar un deporte... Hay muchas cosas que puedes hacer. Tan solo tienes que decidirte y empezar.

 DISFRUTA DE TU CREATIVIDAD

Pero no basta con la intención. Para que nuestros planes se conviertan en un éxito total, es necesario "pelearse" para conseguirlo. Una buena hoja de ruta facilitará considerablemente nuestra tarea.

  • Experimenta con tus muchas posibilidades. Vuelve a ser niño y disfruta con todo aquello que haces. No te cortes y prueba a hacer cosas diferentes, con alegría y de forma despreocupada. Es muy posible que puedas sorprenderte a ti mismo/a con una habilidad que desconocías. "No tengo ningún talento especial, solo soy apasionadamente curioso", aseguraba Albert Einstein.
  • Pregunta a los demás. Es posible que te falte la objetividad necesaria para valorar al cien por cien tu potencial. En este caso, puede ser útil preguntar a personas de tu confianza sobre los valores que creen que te hacen destacar sobre los demás. Apúntalos en una lista y haz un resumen de todas las coincidencias. Obtendrás una visión diferente, y seguramente, mucho más positiva, de ti mismo/a.
  • Aprende a detectarlo. ¿No estás muy seguro/a de cuál es tu talento verdadero? El formador de innovadores Ken Robinson, te da la clave para descubrirlo: "Cuando estás siendo creativo, haciendo aquello que más te gusta, lo sabes porque eso no te quita energía, sino que te da más. Las horas parecen minutos, las ideas fluyen y tú con ellas".

SUPERA TUS PROPIOS LÍMITES

En la vida, es posible que te encuentres muchos obstáculos, pero los más insalvables son los que te pones tú mismo/a. Sensaciones como la inseguridad, el miedo a fracasar, etc. pueden frenar tu trayectoria.

  • Abandona tu refugio. Para evitarlo, debes salir de lo que se denomina "zona de control", es decir, ese espacio conocido en el que te sientes cómodo/a y seguro/a.
  • Ve a por todas. Si realmente quieres mejorar, debes arriesgarte. Tal como decía el escritor francés Honoré de Balzac, "No existe gran talento sin gran voluntad".

ATAJOS QUE TE AYUDARÁN A REDESCUBRIRTE

Si vives encerrado en tus propias limitaciones, difícilmente podrás ir al encuentro de tu destino. Libérate y da un vuelco a tu vida. Te llenará de satisfacción.

  • Cultiva tus aficiones. No lo apuestes todo a un solo número. Ten varias inquietudes y diversifica tus intereses. Cuanto más sepas, más posibilidades de reinventarte tendrás. ¡La oportunidad que tanto buscas puede estar en los lugares más insospechados!
  • Vuelve a tener ilusiones. Enciende de nuevo la chapa del entusiasmo, ese motor que te permite ponerte en marcha y llegar lejos, más lejos incluso de lo que en un principio te podías esperar. El talento es un buen combustible. Llena tu depósito y ¡en marcha!
  • Asóciate. Si no te ves capaz de emprender esta búsqueda solo o crees que te falta motivación para hacerlo, busca ayuda. Un profesor, un socio, un compañero, etc. puede ser el segundo pilar sobre el que sostener tus nuevos proyectos. Trabajando juntos, codo con codo, estarás más seguro/a de tus propias capacidades. Será como las ruedecillas que se utilizan cuando se aprende a ir en bicicleta. Te darán la confianza necesaria para, más adelante, poder volar por tus propios medios.
  • Deja volar tu fantasía. Libérate por unos momentos de la realidad y atrévete a soñar despierto/a. ¿Qué te gustaría hacer? ¿Dónde te gustaría trabajar? ¿Cómo te imaginas dentro de unos años? No te pongas cortapisas, cuanto más lejos llegues, más claro tendrás tu verdadero camino.




Sé el escultor de tu propia vida

 

Prescinde de lo que no pertenece a tu sueño

"El progreso es siempre un proceso creativo", escribe Nick Tasler, especialista  en comportamiento humano, en Pshychology Today. Si nos vemos como pintores, estamos ante un lienzo en blanco que llenaremos con pinceladas de conocimientos, experiencias. Pero podemos decidir ser escultores y ver nuestra vida como una roca de mármol, imaginar cómo queremos progresar, e ir quitando todo aquello que no forma parte de nuestro sueño. "Para el escultor, la obra maestra ya está allí, bajo perfectas capas de mármol", asegura Tasler. "Para construir y mantener el progreso, debemos empezar a tratar la vida como escultores, más que como pintores".


jueves, 2 de septiembre de 2021

Espacio para descansar

 

Pon freno a tu tendencia a autoexigirte

Queremos llegar a todas partes y complacer a todo el mundo y esto, a veces, va en contra de nuestra salud y bienestar. La psicóloga Paula Davis-Laak, en un artículo publicado en Pshychology Today, señala cuatro grandes enemigos de nuestro derecho a tomarnos un descanso: el sentido de culpa por frustrar las expectativas de otras personas, no escuchar las señales del cuerpo; nuestras creencias sobre obligaciones y responsabilidades; y la incapacidad para sincerarnos. Davis-Laak nos anima a conectar más con nuestro organismo, dejando que lidere nuestras necesidades, y nos invita a replantearnos aquellas creencias que nos empujan a vivir así.


martes, 24 de agosto de 2021

Parejas con diferencia de edad

 

El afán de vivir una segunda juventud puede verse colmado por la convivencia con alguien más joven, pero eso no debe cegarnos respecto a la realidad: los cambios que comporta el paso del tiempo son inevitables, pero también deseables y enriquecedores. Tener claro qué busca cada cual es fundamental para compartir el desigual estadio vital con cercanía y comprensión.


Las reacciones al paso del tiempo para afrontar los cambios físicos y personales y convivir con ellos varían según la madurez de cada uno. El envejecimiento es algo tan angustioso que las estrategias para negarlo pueden llevar a algunas personas a emparejarse con otras más jóvenes. Y es que la edad es un dato que, dependiendo de quien lo considere, va acompañado de imágenes que oscilan entre la idealización y el desprecio, como muestran expresiones del tipo "juventud, divino tesoro", "edad de la inocencia", "cincuentón" o "veterana".

Los hábitos culturales funcionan como un punto ciego que dificulta, cuando no impide, preguntarnos por qué se vive con cierta naturalidad la diferencia de edad en una pareja cuando el hombre es mayor que la mujer -aunque sea muy mayor- y, en cambio, con rechazo si es la mujer la que está con un hombre más joven. En estos emparejamientos tan dispares, ¿qué funciona como pantalla protectora frente a una realidad que angustia? Las diferencias no tienen que ver solamente con la edad, sino también con la dependencia desigual que se establece entre quien ofrece la protección y quien la recibe.

Quien asume el rol protector se adapta a las exigencias del otro en lugar de sostener su singularidad, y las personas protegidas, si bien dependen de las ventajas que reciben, se sienten, gracias a su juventud, con mayor capacidad para variar su elección de pareja. Hombres y mujeres también se diferencian en la apreciación del cuerpo que envejece. Cuando ellos hablan de las mujeres de más edad en términos peyorativos, no tienen en cuenta su propia edad. Para ellas, en cambio, la pérdida de juventud se convierte en una fuente de inseguridad. Sin embargo, los emparejamientos con personas más jóvenes permiten recuperar una imagen retrospectiva del propio cuerpo, por la identificación con el cuerpo joven del otro. A algunos hombres este emparejamiento les permite vivir la paternidad de un modo distinto al que disfrutaron en su momento con sus hijos. A algunas mujeres les aporta la satisfacción de tener un vínculo más sincero, menos posesivo, con una fidelidad no obligada, una mayor flexibilidad para experimentar con el sexo y más libertad personal. Además, al lado de un hombre joven tienen la posibilidad de ver realizados algunos de los sueños que el reloj biológico de la maternidad y la posterior crianza de los hijos había imposibilitado.


El deseo de vivir una segunda juventud es algo muy humano, y tener hijos es una forma de satisfacerlo, pero no la única. Disfrutar de una sexualidad joven por segunda vez es un deseo muy poderoso que hace comprensible querer compartir la vida con una pareja de menos edad en lugar de tener ante nuestros ojos el reflejo de lo que también somos y no queremos ser: una persona de nuestra misma edad a la que vemos envejecer con sus achaques y sus quejas por hacerse mayor. En cambio, una persona joven nos da otra perspectiva, nos hace recuperar la ilusión.

¿Qué es lo que espera una persona joven del vínculo con una persona mayor? Una mujer joven que está con un hombre mayor con cierto prestigio social gana autoestima; se siente poderosa al saberse elegida por un hombre que tiene muchas oportunidades a su alcance, además de protegida económicamente. Si este no es el caso, la relación puede estar teñida de cierto paternalismo que la reconforta , algo que no puede esperar de alguien de su edad. Por otra parte, un joven vinculado a una mujer mayor, si esta es famosa, obtiene una sensación de triunfo por haberla conquistado que aumenta su narcisismo, así como un reconocimiento social y una mayor facilidad para ver realizadas sus ambiciones personales. Cuando ella no es famosa ni rica, aparece con más claridad un erotismo teñido de un anhelo de trato maternal. Por este motivo, la prefiere a las mujeres de su edad, a quienes encuentra poco atractivas, ya sea por falta de experiencia, inhibiciones sexuales, falta de poder o de realización personal.

La fragilidad de estas relaciones no solo radica en que responden a un deseo de apuntalamiento narcisístico -otras relaciones con personas de la misma edad también pueden serlo- sino, fundamentalmente, por una realidad que supera todo lo imaginario: la desigual cercanía al fin de la vida.

La lógica de las relaciones amorosas se desarrolla en juegos de poder no cuestionados,silenciosos, a veces invisibles. En los vínculos no siempre se reconoce al otro en su alteridad, sino como el soporte de uno mismo. En este sentido, no hay resistencia más fuerte a la perplejidad que sentimos frente al otro que la que se construye entre dos personas que se unen para sostenerse. El ser humano es gregario, frágil frente a la decadencia, temeroso y negador frente a la muerte. Eso podría explicar por qué se establecen con mucha frecuencia este tipo de relaciones. Sin embargo, tienen un inconveniente que las debilita: la diferencia de edad puede impedir una comunicación más sólida, vital en los momentos de soledad. La persona de más edad puede no contar con el apoyo de su joven pareja porque la falta de experiencia le impide comprender sus carencias. Porque no solo en la imagen y un cuerpo joven sostienen los seres humanos sus necesidades de relación.


martes, 10 de agosto de 2021

El síndrome de "Superwoman"

 


Muchos expertos aseguran que será el auténtico mal que aquejará a las mujeres del siglo XXI

El síndrome de "Superwoman" es un trastorno que todavía pasa inadvertido para muchos especialistas, pero que está afectando ya a un gran número de mujeres en todo el mundo desarrollado. Se caracteriza por la búsqueda de la perfección y de protagonismo en el trabajo y en el hogar. Las mujeres afectadas quieren, aunque no puedan, hacerlo todo por sí mismas y de manera constante, las 24 horas del día. Ellas mismas se han autoimpuesto ese objetivo, sin duda alentadas por una sociedad demasiado competitiva y exigente, donde solo tienen verdadera cabida aquellas que consiguen el éxito profesional.

El hecho de dedicar demasiadas horas al trabajo o a la casa conlleva la aparición de ciertos síntomas físicos como dolor, insomnio o dolores de cabeza. Y tampoco hay que olvidar las alteraciones psíquicas, tales como el estrés o la ansiedad. Si te ves encaminada hacia este mal, pon freno a tu vida y dedica algunas horas al descanso y a la relajación+


martes, 3 de agosto de 2021

Aprende a llevarte bien con tu propio cuerpo


Obsesionarse con conseguir un cuerpo perfecto puede generarnos grandes dosis de ansiedad y frustración. Para evitarlo, es conveniente hacer las paces con nuestro físico y aceptarlo tal cual.

  • Tenemos aprehendidos una serie de estereotipos que, por regla general, no tienen nada que ver con la forma natural del cuerpo: delgadez extrema en las mujeres, físico musculoso en los hombres... obsesionarse con conseguir estas características, además de ser una misión imposible, puede generarnos frustración.
  • Si no estamos satisfechos con nuestro aspecto físico, puede ser por dos razones: O bien no le concedemos a nuestro cuerpo los cuidados que necesita o somos demasiado exigentes con nosotros mismos.
  • En el primero de los casos, basta con que nos esforcemos en mimarnos un poco. Una visita a la peluquería, hacer algo de ejercicio, compramos ropa nueva, puede hacer que nos sintamos más a gusto con nosotros mismos.
  • Si el problema es el exceso de exigencia, será necesario aprender a aceptar nuestras imperfecciones. Se trata de un excelente ejercicio que nos ayudará  a ser más maduros.



lunes, 5 de julio de 2021

Más allá del ahora

 

El presente reclama mucha de la energía de que disponemos. Hay que estar atento al terreno que se pisa, concentrarse en tomar bien la próxima curva y, además, aprovechar al máximo el aquí y ahora, para también disfrutar de cada ocasión. Lo que no está sucediendo ya mismo parece desvanecerse en el pasado o difuminarse en un futuro que es incierto por definición.

Quizá de vez en cuando nos falte elevar la mirada más allá de lo inmediato, de ese vivir urgente regido por el "una cosa detrás de otra" que no concede apenas respiros. En lugar de avanzar con la sensación de estar permanentemente apagando fuegos, se puede recuperar la perspectiva que da el camino, la posibilidad de mirar tanto hacia atrás como, sobre todo adelante. El pasado nos ha depositado exactamente donde estamos y por eso tenerlo en cuenta ayuda a entendernos, pero el porvenir está condicionando también el presente con su horizonte de deseos.


PROYECTAR LA MIRADA

Cada nuevo propósito, sueño o necesidad que se reconoce, incluso si de forma vaga, modifica el presente. Influye ya en las decisiones que se empiezan a tomar, en lo que se emprende y posiblemente también en la "suerte" que, de pronto, se percibe como favorable pero a la que quizá solo se descubra uno más receptivo.

Cuando se vive atendiendo a cada demanda o estímulo que se presenta, el trayecto que se dibuja es errático y la dispersión, notable. A menudo eso que sentimos acuciante y exigente solo lo es en nuestra experiencia, porque así lo consideramos. Uno siempre puede decidir a qué responder y en qué momento.

Deteniendo de cuando en cuando la carrera, tomando cierta distancia, se puede dirigir mejor la travesía de la vida. En cada alto en el camino, por breve que sea, se da la oportunidad de revisar el rumbo y corregirlo siempre que sea necesario. Hay que estar preparado para abrazar con flexibilidad lo que a cada instante está cambiando.

Es fácil comprobar que fijar la mirada en un punto ayuda a mantener el equilibrio y dirige la trayectoria de todo desplazamiento.


lunes, 28 de junio de 2021

La experiencia del invierno

 

Ya no contamos los años por inviernos; a lo sumo por primaveras y en el caso de que se trate de una persona joven. Sobrevivir a la estación oscura y fría no es noticia, al contrario de lo que sucede con el esplendor juvenil. Se espera que el invierno sea benigno y pase lo antes posible. Pero se diría que al invierno no le gusta poner las cosas fáciles, no es su estilo. Por eso suele hacerse largo y duro de atravesar. Tanto, que empieza con unas prudentes vacaciones para alumnos y maestros, o con las salas de urgencias congestionadas de pacientes. Y su final viene a coincidir con la Semana Santa, donde se conmemora el triunfo de un amor que disipa las tinieblas. La vida será algo casi inevitable a partir de ese momento.

Pero hasta entonces hará falta previsión y perseverancia para desenvolverse por ese territorio. Los inviernos de hoy pueden ser más dulces que los de antaño gracias a la calefacción, si bien eso no basta para conjurar los peligros. El ánimo se contrae, la ansiedad acecha, las articulaciones o la espalda envían tal vez dolorosos mensajes. Es posible que nos envuelva un sentimiento de soledad o que un ser querido concluya su andadura por esta tierra.

El invierno no es un mero paréntesis en el conjunto del año. De alguna manera, nos propone un cambio de nivel. La luz o la alegría escasean fuera, habrá pues que bombearlas desde dentro. El frío poda lo superfluo y realza lo esencial por contraste. Las fiestas de Navidad y Año Nievo, a menudo desaprovechadas, ofrecen un viejo antídoto para reconciliarse con todos esos aspectos gracias al calor de la familia y los amigos.


lunes, 21 de junio de 2021

Tips para disfrutar más del día a día

 

UNA SOLA COSA CADA VEZ

Todos tenemos cosas pendientes que queremos, tenemos o deberíamos hacer, pero ¿cuál es la que puedes hacer ahora y disfrutar? ¿Una? Pues a por ella, céntrate en esa, vívela al máximo y luego ve a por la segunda. Verás como te sientes mejor.


PRACTICA LA FLEXIBILIDAD

No pongas mala cara si tu pareja o tus amigos han cambiado de planes. Decide que vas a pasarlo genial con la nueva propuesta y lo más probable es que lo consigas. Ser flexible es una virtud que te ayudará a tomarte la vida con menos exigencia.


PLANTÉATE UN RETO

¿Algo ha salido mal? No pierdas el tiempo compadeciéndote, extrae lo positivo de la experiencia, busca un nuevo objetivo y enfócalo bien. Escribe qué quieres conseguir, todos los pasos que debes dar para lograrlo y ponte en marcha.




lunes, 14 de junio de 2021

Las cinco etapas del cambio

 

La psicóloga Sherrie Bourg nos anima, desde Harvard Health Publications, a descubrir las etapas que todo cambio requiere para saber en qué punto nos hallamos y cómo pasar al siguiente:

1. Precontemplación. Aún no sabemos que hay algo que debe cambiar. Una lectura, un amigo... nos pueden ayudar a tomar conciencia.
2. Contemplación. Tenemos conciencia de que el cambio es necesario, pero no hay compromiso, solo estudiamos si valdrá la pena.
3. Preparación. Hacemos planes para el cambio, es bueno que sean realistas y que contemplen los obstáculos que pueden aparecer.
4. Acción. Nos ponemos manos a la obra para llevarlo a cabo y hacer frente a los desafíos que surjan.
5. Mantenimiento. Llegaremos a esta etapa tras llevar seis meses de cambio estable y consistente.



martes, 1 de junio de 2021

Sin miedo a la muerte

 

Vivir nuestra vida con plenitud y generosidad, comprendiendo y ayudando a los demás, puede ser el mejor antídoto contra el temor a la muerte. Actuando de este modo ganamos autoestima y, quizá, la satisfacción íntima de que permaneceremos en la memoria de las personas que nos han amado.


Todos hemos vivido o viviremos la experiencia de la muerte de los demás, y nos conmociona especialmente la de nuestros familiares y amigos. Todos los muertos a los que hemos amado no han desaparecido, porque siguen presentes en nuestros pensamientos, en nuestras acciones, en una fotografía.

Los médicos y las enfermeras tuenen una relación estrecha con la muerte; tal es el caso de Gilbert Lagrue (1922-2016), Profesor universitario y medico hospitalario. Según sus propias palabras: "Cuando fui médico residente, en cada servicio la muerte era algo cotidiano, y sus causas, innombrables y desconocidas... hasta la autopsia del día siguiente. El contacto con la muerte me resultó particularmente penoso en los años que pasé en la sección de pediatría. Guardo un recuerdo doloroso de las leucemias agudas, mortales en pocas semanas. ¿Había que anunciar el diagnóstico ineludible o dejarles unas semanas de esperanza? Al no poder soportar tales sufrimientos, abandoné la pediatría".

El temor a la muerte es innato en el hombre. Desde que comprendió que los demás son otro yo y que todos pueden desaparecer, se despertó inmediatamente su angustia ante este fenómeno brutal e incomprensible contra el que está totalmente desprotegido.

Muchos de nosotros tememos a la muerte, algunos no hablan de ello pero padecen una angustia latente; otros procuran vencer su temor evocándola sin cesar, preparándola, codificando su funeral, eligiendo la música y los ornamentos. Algunos pueden inclinarse hacia la fe para asegurar su eternidad. Creyentes o no, muchos están ansiosos y temen a la enfermedad, es decir, el camino hacia la muerte. Griegos y romanos decían: "El sabio no teme a la muerte", algo fácil de decir, pero difícil de realizar; ¡quién tuviera la receta! En cualquier caso, podemos evocar la sabiduría de Montaigne: "Quien teme sufrir sufre ya de lo que teme". ¿Y qué es lo que más tememos? Ante todo, perder lo que la vida nos da, todo cuanto vemos a nuestro alrededor, nuestros allegados, la sociedad, que, evidentemente, seguirá su evolución sin nosotros. Es un sentimiento de frustración por no estar presentes en ese espectáculo en el que somos a la vez actores y espectadores. Podemos padecer desgracias, la pérdida de seres queridos, dificultades materiales o sociales, pero nuestra reacción ante la desgracia depende en gran medida de nuestras posibilidades psicológicas para analizar adecuadamente esas dificultades, conocerlas y poder aceptarlas.



La mejor estrategia que se debe elegir para no sentir la angustia de la muerte es aumentar la autoestima, el aprecio por nuestra vida y todo lo que comporta, como si su completa apreciación fuera un mecanismo que permite llegar a aceptar también la muerte. En su libro Cuento de Navidad, Charles Dickens describe cómo el viejo usurero Scrooge ve en su sueño su propia tumba en el cementerio. Se repliega entonces sobre sí mismo, comprende que está arruinando su vida y cambia de comportamiento; se interesa por los demás, se convierte en una persona altruista y generosa. ¡La vida le hace feliz! Si debido a un accidente grave comprendemos que hemos estado a punto de morir, modificamos la importancia concedida a ciertos acontecimientos. Todos estamos condenados, hay que ir siempre a lo esencial, vivir plenamente el instante presente, no malgastarlo reaccionando con excesiva vehemencia a las "espinas de la vida". Deberíamos pensar que lo más importante en la vida es no conceder importancia a las cosas que no la tienen, o que, en todo caso, no revestirán gravedad unos meses o unos años más tarde. Es fácil de decir y difícil de hacer, sobre todo al principio, pero tomar distancia es necesario para hacer lo que creemos justo y útil. Y actuar así nos aportará una mayor satisfacción íntima. Esta actitud mental debe adoptarse en todos los instantes de la vida.

La neurosis de la muerte no se cura con ficciones o ilusiones inútiles, sino con un trabajo filosófico y psicológico personal, bien definido, sobre uno mismo y sus pensamientos: es el aprendizaje de la serenidad. Gracias a este tipo de introspección racional es posible adquirir la distancia necesaria. Es a un tiempo más digno y más eficaz tener una idea real de la muerte y encontrar en uno mismo el medio de no sufrir pensando en todo lo que la vida nos ha aportado. Para mí, el mejor medio de sobrevivir es estar presente en la memoria de quienes nos han amado, de las personas que hemos conocido en nuestra vida, sobre todo si hemos podido aportarles alguna ayuda, alguna experiencia, y transmitirles ideas o conocimientos.

Todo lo que sabemos nos enseña que vivir es una oportunidad, a menudo a pesar de la enfermedad y la minusvalía. Creyentes, agnósticos o ateos, lo esencial es la vida que elegimos. Esta puede ser plena y gozosa si respetamos a los demás, si somos altruistas, capaces de ayudar, de comprender y de remediar el sufrimiento de los demás. Creo que sobreviviré un tiempo más o menos largo si mi recuerdo, mi impronta, permanece en la mente de algunos. Debemos cultivar siempre la alegría de vivir, apreciar el momento presente, no lamentar el pasado, saber conservar la libertad interior. "He decidido ser feliz porque es bueno para la salud", escribió Voltaire. Todos los datos actuales de la psicología demuestran que el aprendizaje de la serenidad es posible y que esta constituye un elemento que contribuye a la buena salud física y mental. En el torbellino de la vida, reservarse un tiempo para uno mismo, para la reflexión o la meditación, es indispensable.



lunes, 24 de mayo de 2021

Aprender a perdonar

 

El perdón es un bálsamo para quien lo recibe y para quien lo da. Pero perdonar no siempre es fácil. Necesitamos dejar de centrarnos en nuestros sentimientos y buscar la bondad a nuestro alrededor.

En septiembre  se celebra el Yom Kippur, la fecha más señalada del calendario hebreo: el Día de la Expiación. Durante esa jornada se pide perdón a Dios, y durante los 10 días que le preceden, las personas buscan a quienes han ofendido para pedirles disculpas y así empezar bien un nuevo año, como una hoja en blanco. Es un ritual muy hermoso y el escritor suizo Alain de Botton, autor, entre otros libros, de Las consolaciones de la filosofía y La arquitectura de la felicidad, ha afirmado que sería bueno que existiera un Día del Perdón en todas las religiones, ya que, en general, no somos muy buenos para pedir disculpas ni para perdonar.

Aunque no todas las religiones tienen un ritual específico sobre el perdón, la mayoría de las tradiciones espirituales dan un valor importante a la capacidad de perdonar, y las diferentes culturas reconocen la importancia que tiene para la convivencia humana y el bienestar personal. Los científicos también están interesados en entender esta capacidad tan humana, en la última década se ha multiplicado el número de investigaciones sobre el perdón y sus consecuencias. Entre los expertos sobre el tema destacan los doctores Frederic Luskin, de la Universidad de Stanford (EE:UU.), y Robert Enright, de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU.).

Ambos han definido distintos aspectos del perdón. Por un lado, este consiste en poder sentirnos menos ofendidos y enojados y dejar de culpar a quien nos ha lastimado. Por otro, el perdón también implica estar dispuestos a abandonar nuestro derecho a estar resentidos, a juzgar negativamente y a tratar con indiferencia a quienes nos han ofendido, para cultivar, en cambio, virtudes como la compasión y la generosidad. Perdonar implica cambiar nuestras respuestas destructivas y transformarlas en conductas que promuevan el buen funcionamiento de la sociedad.



Perdonar es diferente que excusar o justificar una falta. Tampoco significa olvidar o negar lo sucedido. Es cierto que el perdón puede llevar a la reconciliación o a la reparación de la relación entre la víctima y quien comete la ofensa, pero estas dos situaciones no van de la mano necesariamente, por ejemplo, se puede perdonar a alguien y no desear seguir teniendo una relación con esa persona.

Como sucede con otras virtudes, la capacidad de perdonar no se nos da automáticamente. Tenemos que aprenderla y desarrollarla. Basta con observar a padres , madres y maestros de niños pequeños para ver cuánto tiempo dedican a enseñarles a pedir perdón y a otorgarlo. A quienes tienen hijos quizá no les sorprenda enterarse de que algunas investigaciones han encontrado que los niños tienden a perdonar menos que los adultos y que los adultos mayores parecen ser quienes perdonan con más facilidad.

¿Por qué es importante perdonar? Las razones no son solo filosóficas. El doctor Martin Seligman ha descubierto que la salud física, especialmente la salud cardiovascular, tiende a ser mejor entre las personas que perdonan que entre las que no lo hacen. Otras investigaciones indican que el perdón tiende a asociarse con el bienestar psicológico y físico y con las buenas relaciones interpersonales. Las personas propensas a perdonar también suelen presentar menos ansiedad, depresión y hostilidad. Asimismo, la capacidad de perdonar se asocia a tener más emociones positivas, a sentir mayor satisfacción con la vida y tener menos síntomas físicos.



Diversos estudios indican que existe una relación entre el perdón y el estrés, y que los niveles de estrés y los síntomas físicos que lo acompañan pueden disminuir cuando las personas son capaces de perdonar. Por ejemplo, una investigación realizada por el equipo del doctor Luskin con un grupo de asesores financieros detectó que, después de que estos siguieran un programa para facilitar el perdón, sus niveles de estrés no solo bajaron mucho, sino que su grado de satisfacción con la vida mejoró y su productividad aumentó un 25%. Los datos obtenidos por Luskin demuestran que cuando las personas perdonan, su nivel de ira y hostilidad disminuye; un hecho que, en ocasiones, se relaciona con mejorías en la hipertensión arterial.

El doctor Michael McCullough, profesor de la Universidad de Miami (EE.UU.), cree que los seres humanos estamos programados genéticamente tanto para buscar la venganza cuando nos atacan como para perdonar. ¿Qué circunstancias o características determinan si perdonamos o contraatacamos? Es más probable que perdonemos cuando vemos al transgresor como una persona que merece la pena, por ejemplo, alguien con quien tenemos una relación significativa, o si pensamos que puede ser valiosa en nuestra vida. También influye sentir que el transgresor no representa un nuevo riesgo: si ha expresado su arrepentimiento y ha pedido perdón, pensamos que no nos volverá a lastimar

Sabemos que es más fácil perdonar a quien ha actuado sin mala intención que al que nos ha lastimado deliberadamente. Y el carácter importa: a las personas empáticas les resulta más fácil perdonar. Algunos autores han lanzado la hipótesis de que el perdón tiene las mismas bases neurológicas que la empatía, y que tener la capacidad de ponernos en el lugar del otro facilita que le perdonemos. ¿Siempre es bueno perdonar? No. En algunas ocasiones, perdonar puede traer más ofensas y riesgos si no se cumplen las condiciones de seguridad por parte del transgresor. Pero, en general, para muchas situaciones de la vida, el perdón tiene más ventajas que desventajas.



Everett Worthington, otro reconocido investigador sobre el perdón, dice que, al perdonar, nos liberamos a nosotros mismos. Él lo vivió en primera persona, ya que logró algo casi inimaginable: perdonar al asesino de su madre. Según Worthington, el perdón no es una sola acción, sino un proceso. ¿Cómo podemos ponerlo en marcha? Él nos propone cinco pasos, que en inglés se sintetizan en el acrónimo REACH, que significa "alcanzar":
R= Recordar el dolor: visualizar los eventos y las circunstancias de la ofensa.
E= Empatizar con el transgresor: tratar de comprender su punto de vista.
A= Altruismo: el perdón es un regalo que se da sin pedir nada a cambio.
C= Comprometerse públicamente a perdonar a esa persona.
H= Honrar ese compromiso: mantenerse decidido a perdonar.

Otros ejercicios que nos pueden ayudar a perdonar son intentar "soltar" un resentimiento cada día y escribir una carta de perdón a alguien, no para mandársela sino para leerla nosotros durante varios días.

El doctor Luskin nos recuerda que "vivir bien es la mejor venganza": en vez de seguir centrándonos en nuestros sentimientos heridos y dar con ello poder sobre nosotros a quien nos lastimó, aprendamos a buscar el amor, la belleza y la bondad a nuestro alrededor. Perdonar nos ayudará a recuperar la sensación de que tenemos poder sobre nuestra vida.



lunes, 17 de mayo de 2021

El síndrome de alineación parental no existe

 

Los problemas en las relaciones no son trastornos mentales, subrayan especialistas norteamericanos.

La Asociación Americana de Psiquiatría, responsable del Manual Internacional de Diagnósticos Psiquiátricos (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) Ha concluido que la alienación parental, como síndrome y trastorno, no existe como enfermedad mental. "No es un trastorno en un individuo", ha dicho el doctor Darrel Regier, vicepresidente del grupo de trabajo para la elaboración del manual. "Es un problema de relación entre padres e hijos, o entre los progenitores. Y los problemas en las relaciones, en sí mismos, no son trastornos mentales".


UN FUERTE IMPACTO

Durante años, la Asociación Americana de Psiquiatría ha sufrido las presiones de individuos y grupos que sostenían que la alienación parental es una alteración que surge cuando, en una separación, uno de los cónyuges -casi siempre la madre- "lava" el cerebro de su hijo o hija para denigrar al otro progenitor. Para Claudia Truzzolli, psicóloga y psicoanalista, se trata de "un concepto invocado para explicar, en todos los casos sin ninguna especificación, que si un hijo se niega a tratar a su padre es porque su madre le ha vuelto en su contra con un previo lavado de cerebro".

"Lo cierto es que es un concepto peligroso inteligentemente promovido como estrategia legal de mercado que ha causado mucho daño a las víctimas de abusos", opinan desde la Organización Nacional de Mujeres de Estados Unidos. Tanto allí como en España y otros países, grupos de afectadas y asociaciones feministas que trabajan con mujeres maltratadas, así como prestigiosos juristas, psiquiatras y psicólogos lo han denunciado como un concepto potencialmente peligroso. Richard Gardner, creador del concepto, propuso como tratamiento la llamada "terapia de la amenaza", cuyo propósito es reforzar la separación entre madre e hijo, evitando todo tipo de contacto.



lunes, 10 de mayo de 2021

Ir a un balneario mejora la salud

CONVIENE QUE EL TRATAMIENTO INCLUYA DIETA



Pasar una semana en un balneario o en un spa siguiendo una dieta ligera es más que un lujo. Según un estudio realizado en la Universidad Thomas Jefferson y publicado por Integrative Medicine. A Clinician's Journal, la estancia puede implicar un cambio cualitativo en la salud. Aunque el tratamiento en balnearios posee siglos de tradición, hasta ahora apenas se habían realizado análisis de los efectos de un tratamiento habitual. Andrew Newberg, director de investigación en el Centro de Medicina Integrativa Jefferson-Myrna Brind, diseñó una cura modelo para el estudio que incluía dieta terapéutica (a base de fruta, vegetales crudos y al vapor, infusiones laxantes...), meditación, hidroterapia de colon y yoga. El plan fue seguido pr 15 personas sanas de 13 a 85 años, a las que se realizaron exhaustivas series de análisis antes y después de la semana en el balneario. La evaluación de los resultados evidenció una pérdida de peso en torno a los 3 kg, un descenso del 7,7% en la presión arterial diastólica y del 5,2% en el colesterol, así como una disminución de los niveles de mercurio  (un metal neurotóxico). El estudio también constató una reducción en los niveles de ansiedad y depresión. Las conclusiones de los investigadores pueden servir para que los médicos receten curas en balnearios que incluyan dieta como parte de sus tratamientos ante enfermedades frecuentes.


lunes, 3 de mayo de 2021

Vivir con un propósito

 

Fijar nuestros propios objetivos y poner todo nuestro empeño en realizarlos nos aporta equilibrio y fuerza interior


Vivir sin propósito es vivir a merced del azar -del acontecimiento fortuito, de la llamada telefónica o el encuentro casual- porque no tenemos una norma que nos permita juzgar qué vale la pena hacer y qué no. Las fuerzas exteriores nos impulsan, como un corcho que flota en el agua, sin que nuestra iniciativa fije un curso específico. Vamos a la deriva. En cambio, vivir con propósito es utilizar nuestras facultades para lograr las metas que hemos elegido: estudiar, crear una familia, empezar un negocio, mantener una relación romántica feliz. Son nuestras metas las que nos impulsan, las que vigorizan nuestra vida.

De todos modos, los propósitos que nos animan tienen que ser específicos. Yo no puedo organizar mi conducta de manera óptima si mi objetivo es únicamente "hacer lo que pueda". Mis metas tienen que ser concretas: salir a correr treinta minutos cuatro veces por semana, completar una tarea (bien definida) en diez días, comunicar a mi equipo en nuestra próxima reunión exactamente lo que exige el proyecto... Con este grado de concreción puedo controlar mi progreso, comparar las intenciones con los resultados, modificar mi estrategia y ser responsable de lo que consigo. Vivir con propósito es interesarse por estas preguntas: ¿Qué estoy intentando conseguir? ¿Cómo lo estoy haciendo? ¿Por qué pienso que estos medios son adecuados? ¿Tengo que hacer algún ajuste en mi conducta? ¿Tengo que reelaborar mis objetivos?

Así pues, vivir con propósito significa vivir con un alto nivel de consciencia. A la mayoría de las personas le resulta más sencillo comprender estas ideas aplicadas al mundo laboral que a las relaciones personales. En las relaciones íntimas es fácil imaginar que con el amor basta, que la felicidad llegará algún día, y si no llega, es porque no encajamos. Las personas rara vez se preguntan: "Si mi meta es tener una relación con éxito, ¿qué debo hacer? ¿Qué acciones son precisas para crear y mantener la confianza, la intimidad, la excitación, el crecimiento?". Los propósitos que no se relacionan con un plan de acción no se realizan. Solo existen como anhelos frustrados.


Vivir con propósito exige cultivar en nosotros mismos la capacidad de autodisciplina, o lo que es lo mismo, organizar nuestra conducta en el tiempo al servicio de tareas concretas. La autodisciplina consiste en ser capaz de posponer la gratificación inmediata al servicio de una meta lejana. Es la capacidad de proyectar al futuro las consecuencias de pensar, planificar y actuar a largo plazo. Pero una vida con propósito no significa no dedicar tiempo o espacio a descansar, relajarse, aprovechar el ocio y tener actividades superficiales o incluso frívolas. Simplemente significa que estas actividades se eligen conscientemente. Y en cualquier caso, el abandono temporal de todo propósito también tiene el suyo, tanto si se busca conscientemente como si no: la regeneración.

Vivir con propósito supone aceptar cuatro cuestiones:

  • Asumir la responsabilidad de la formulación de nuestras metas y propósitos de manera consciente. Para tener el control de nuestra propia vida, tenemos que saber lo que queremos y dónde queremos llegar: ¿Qué quiero para mí en cinco o diez años? ¿En qué quiero que consista mi vida?

  • Interesarse por identificar las acciones necesarias para conseguir nuestras metas. Si nuestros propósitos son propósitos y no ensoñaciones, tenemos que preguntarnos: ¿Cómo voy a llegar desde aquí?

  • Controlar la conducta para verificar que concuerda con nuestras metas. Podemos tener propósitos definidos claramente y un plan de acción razonable, pero nos salimos del camino a causa de distracciones, problemas inesperados, por la presión de otros valores o por una reordenación inconsciente de nuestras prioridades.

  • Prestar atención al resultado de nuestros actos para averiguar si conducen adonde queremos llegar. Nuestras metas pueden estar claras y nuestros actos ser congruentes, pero nuestros cálculos sobre los pasos que tenemos que dar pueden resultar incorrectos. Quizá no tuvimos en cuenta algunos hechos. Quizá algún elemento ha cambiado el contexto



Que la práctica de vivir con propósito sea esencial para la autoestima no debe entenderse como que la medida de la valía de una persona son sus logros externos. Admiramos los logros -los nuestros y los de los demás-, y es natural y adecuado que lo hagamos. Pero esto no quiere decir que la autoestima dependa de ellos. La raíz de nuestra autoestima no está en nuestros logros sino en aquellas prácticas generadas desde el interior que, entre otras cosas, nos permiten alcanzarlos.

Vivir con propósito es una orientación fundamental aplicable a todas las facetas de la vida. Significa que vivimos y obramos de acuerdo con nuestras verdaderas intenciones, una característica distintiva de las personas que tienen un alto nivel de control sobre sus vidas. La práctica de vivir con propósito es el quinto pilar de la autoestima.


Fuente: Los seis pilares de la autoestima, de Nathaniel Branden


lunes, 26 de abril de 2021

Tips para subir el ánimo

 


DISEÑA UN PROGRAMA. Cada vez que se presente un cambio importante en tu vida, prepara un programa de acción claro. Tener tu propio plan te ayudará a mantenerte en una actitud positiva y evitará que la incertidumbre te bloquee o te hunda.

BUENOS MOMENTOS. El cerebro tiende a recordar más las experiencias negativas que las positivas. Por fortuna, también se sabe que los nuevos patrones de pensamiento pueden cambiar la fisiología del cerebro. Por eso cada vez que algo bueno te ocurra, disfrútalo, saboréalo con conciencia unos minutos.

CREA UNA ATMÓSFERA de confianza para que las personas que te rodean se sientan cómodas para decir lo que piensan y den rienda suelta a su creatividad. No se trata de recrearse en los errores sino de ser capaces de dirigir las conversaciones hacia la búsqueda de soluciones.


lunes, 19 de abril de 2021

Por qué es tan importante la amistad


Disfrutar de la compañía de nuestros amigos es mucho más que una forma agradable de pasar el rato. La amistad nos hace mucho más felices y mejora nuestra salud, tanto física como mental.

  • Relacionarse con nuestros congéneres es una necesidad primaria. La pertenencia a un grupo social proporciona, en todas las especies, seguridad, protección y, por lo tanto una mayor posibilidad de supervivencia.

  • Este instinto atávico está todavía presente en los seres humanos. Según recientes estudios, disfrutar de una buena amistad aumenta las endorfinas (las hormonas del bienestar), por lo que nos hacen sentir más felices y optimistas.

  • La amistad también influye muy positivamente en nuestra salud. Según el estudio citado anteriormente, las personas que disfrutan de la compañía de buenos amigos pueden vivir hasta un 22% más que los que prefieren la soledad, además de disfrutar de una mejor forma física.

  • La amistad, además, contribuye a aumentar la autoestima. Disfrutar de una vida social satisfactoria, ser apreciado y valorado por nuestros semejantes, nos hace personas más sólidas, positivas y mucho más confiadas.


lunes, 12 de abril de 2021

Respetar la intimidad del otro

 


La pareja se constituye sobre la base del compromiso y respeto mutuos. Sin embargo, a veces, vulneramos el espacio personal del otro, llevados por la inseguridad y un irracional sentimiento de propiedad. Esto puede tener graves consecuencias.

  • Influidos por el engañoso concepto romántico de que los enamorados se convierten en una unidad indivisible, creemos que lo lícito es conocer todo lo que nuestra pareja hace, siente o piensa. Sin embargo, todos tenemos derecho a un espacio íntimo y personal en el que nadie debe entrar. Además, su existencia es vital para seguir enriqueciéndonos como personas y para mantener nuestra esencia. Fundirse el uno con el otro acabará por agobiarnos y sofocar peligrosamente la relación.
  • La persona con la que compartimos nuestro proyecto de vida está con nosotros libremente, por lo que no debemos sentirnos inseguros ni desconfiar de ella. Si algo nos hace pensar mal, debemos exponérselo inmediatamente, en lugar de hacer elucubraciones que nos angustien.
  • Es humano, pero muy poco recomendable caer en espiar las cosas del otro, como los emails o los mensajes de móvil. Nos hará ver fantasmas, incluso si no los hay, y estaremos violando su intimidad y haciendo algo que no querríamos que nos hicieran a nosotros.


lunes, 5 de abril de 2021

Atreverse a viajar solo... ¡Vale la pena!

 


Hoy en día no es fácil tener alguien con quien viajar. Si las vacaciones no coinciden con las de tu pareja, o si no la tienes, es complicado coincidir en fechas con amigos que a su vez no dediquen todas sus vacaciones a su pareja o familia.

  • No estamos acostumbrados a que, pese a tener pareja, podamos viajar con amigos o hacerlo solos. Pero no solo es posible, sino también muy enriquecedor, ya que es una experiencia muy enriquecedora.
  • Viajar solo produce miedo por varias razones: el principal temor que manifiestan las personas es no soportar la soledad, el no tener a nadie más que a uno mismo con quien compartir los avatares y descubrimientos del viaje. En segundo lugar, está el miedo a que nos pase algo malo por la invulnerabilidad del que está solo.
  • Eligiendo bien el destino y comportándonos de forma prudente, no tiene por qué haber mayor peligro. Es bueno informarnos bien sobre los lugares a los que queremos ir para evitar sorpresas desagradables.
  • Es importante olvidarnos de la vergüenza que puede producirnos, por ejemplo, comer solo en restaurantes.
  • Viajar solo nos aporta enriquecimiento personal, adquisición de una mayor fortaleza, capacidad de improvisar y la posibilidad de conocer a más personas.


lunes, 29 de marzo de 2021

Autismo

 


¿QUÉ ES EL AUTISMO?

Consiste en un trastorno del desarrollo de algunas funciones psicológicas, que se caracteriza por dificultades en las relaciones  sociales, en la comunicación y por conductas rutinarias y repetitivas. Suele detectarse antes de los 3 años de edad, pero, en algunos casos, ya se observan señales sospechosas unos meses después del nacimiento. El autismo, en algunas ocasiones, se manifiesta solo con algunos de sus rasgos. Actualmente, estos casos se incluyen en un grupo llamado "trastorno del espectro autista"., que afecta al 1% de la población y es más frecuente en el sexo masculino. Este grupo, además del autismo clásico, incluye un síndrome llamado de Asperger (por el médico que lo describió) y un autismo atípico llamado trastorno del desarrollo no específico. 


CAUSA

No se sabe con certeza, pero están implicados algunos genes alterados, posiblemente por factores ambientales desconocidos. También se han observado desequilibrios en las sustancias que transmiten los impulsos en el cerebro. Por último, se cree que intervienen factores psicológicos, como podría ser un déficit emocional que dificulta la afectividad. Actualmente, se ha rechazado la influencia de la educación familiar y de algunas vacunas.


SÍNTOMAS:

-Autismo clásico. En ocasiones, ya se puede sospechar a los 12 meses de edad, pues el afectado no reacciona al oír su nombre, o bien a los 14 meses, cuando no señala los objetos de su interés.
A partir de los 18 meses y antes de los 3 años de edad, el 75% sufre un retraso mental más o menos importante y los síntomas pueden consistir en:
- no mirar nunca a los ojos ni seguir con la mirada a los padres.
- no mostrar agrado cuando se le acaricia.
- no tener interés por los otros niños.
- no usar juguetes (solo los agita o golpea).
- no jugar a situaciones imaginarias (por ejemplo, dar de comer a un muñeco).
-tendencia a aislarse y permanecer horas inmóvil.
- retraso importante del lenguaje y repetición de lo que oye.
- conductas rutinarias (coloca a loa objetos siempre de la misma manera).
- balanceo del cuerpo, giros con la cabeza o movimientos rápidos de las manos delante de los ojos.
- intolerancia a los cambios.


-Síndrome de Asperger. No existe retraso mental ni problemas de lenguaje. Solo dificultad para relacionarse con los demás y algunas conductas e intereses anormales, pero los síntomas siempre son más leves que en el caso anterior.


-Autismo atípico. Solo provoca algunas dificultades para relacionarse y comunicarse con los demás. Hay menos síntomas que en los casos anteriores y son más leves.


QUÉ HACER.

Con el tratamiento adecuado, en muchos casos, se puede conseguir una actividad escolar y laboral aceptable, pero hay que iniciarlo lo antes posible. Es necesaria la colaboración de educadores, psicólogos y familiares para ir entrenando las funciones que no se han desarrollado espontáneamente.



lunes, 22 de marzo de 2021

Cómo manejar los sentimientos de celos

 


No son una muestra de amor, sino todo lo contrario. Aunque siempre se ha dicho que pueden ayudar a despertar una pasión dormida, los celos son un problema que es necesario combatir, cueste lo que cueste, sobre todo si empieza a alterar la buena marcha de la relación.

  • Si eres tú el/la celoso/a. En primer lugar, debes reflexionar sobre los sentimientos que te provocan los celos. Puede que se deba a una experiencia negativa que tuviste en el pasado o, simplemente, es una cuestión de inseguridad y falta de confianza en ti mismo/a. El segundo paso será tratar de utilizar la cabeza em lugar del corazón. Cuando te ataque el comezón de los celos, piensa de forma objetiva si están justificados y si realmente te va a servir de algo provocar a tu pareja. Si ésta hace alguna cosa que te molesta, habla con ella e intenta solucionar el problema.
  • Si lo es tu pareja. Es comprensible , por ejemplo, que pueda sentirse algo inquieto/a sobre la relación que mantienes con alguna persona en concreto. En este caso, basta con hablar con ella y explicarle que su desconfianza no tiene razón de ser. Lo que ya no es tan normal es que te controle y coarte tu libertad con la excusa de "quererte demasiado", Si ésta es la situación, debes dejarle claro que hay unos límites que nunca debe rebasar.


lunes, 15 de marzo de 2021

Saca el mejor provecho de tus cualidades según tu carácter

 


Destacar tus aspectos positivos te ayudará a ser mejor persona


Introvertido, extrovertido, racional, sociable... todos los rasgos de nuestro temperamento tienen su parte positiva y su parte negativa. Equilibrar estos dos polos será la clave de nuestro éxito personal.


Todos nacemos con un temperamento determinado y, aunque los acontecimientos que experimentamos en la vida pueden modelarlo, hay muchos rasgos que no cambian nunca. Para que estas características propias jueguen a nuestro favor es necesario conocerlas primero y potenciarlas después.. Tal como decía la escritora suiza Madame de Staël, "Se demuestra tener carácter cuando se puede dominar el carácter propio". Es, sin duda alguna, la mejor estrategia para que podamos dar lo mejor de nosotros mismos.


SENSIBLE, EL ARTISTA INCOMPRENDIDO

Introvertido, intuitivo y con una gran imaginación, tus muchas cualidades te llegan de forma instintiva, sin que tengas que esforzarte para ello. Brillas especialmente en todo lo que esté relacionado con el arte y la cultura. Tienes talento, de eso no hay duda, pero no siempre eres consciente de ello o, si lo eres, es probable que no tengas la fortaleza para demostrarlo, debido a tu gran inseguridad.

  • Qué hacer. Sal de tu cascarón y trata de ser más extrovertido/a. Esfuérzate por salir de casa, conocer gente nueva y, si lo necesitas pedirle a los demás que te echan una mano. Si, al mismo tiempo, tratas de tener una mayor confianza en ti mismo/a, el éxito está garantizado.

EQUILIBRADO, UN VALOR SEGURO

Eres una persona tranquila y de sólidos principios. Te piensas muy bien las cosas antes de actuar y raramente te equivocas. Los demás ven en ti un compañero fiable y sincero, que nunca les dejará en la estacada. Tan solo tiene un problema, en ocasiones pecas de prudente y no te atreves a ir más allá de donde estás. El miedo a fracasar puede convertirte en una persona pasiva y sin ambiciones.

  • Qué hacer. De vez en cuando, rétate a ti mismo y lleva a cabo alguna que otra "locura" que te ayude a ganar confianza, de esta manera le irás perdiendo el miedo a lo desconocido y te convertirás en una persona más valiente y activa.

SOCIABLE, EL AMIGO DE TODOS

Te encanta estar siempre rodeado de gente y tienes la habilidad especial de llevarte bien con todo el mundo. Simpático y extrovertido, eres una persona muy entusiasta y con una gran capacidad para pasártelo bien. Tu problema es el exceso de confianza, tanto en ti mismo como en el destino. Crees que las cosas siempre saldrán bien como por arte de magia y no te esfuerzas lo suficiente para llevar adelante tus proyectos.

  • Qué hacer. Debes darte un baño de realidad y comprender que la suerte no siempre te sonreirá. Piensa bien antes de actuar y trabaja duro para recoger tus frutos.

LÍDER, EL QUE SABE MANDAR

Tienes carisma personal, dotes de mando y una gran capacidad de organización, todas las cualidades imprescindibles para conducir a un equipo de personas con éxito. La otra cara de la moneda es tu afán por hacer que el mundo gire a tu alrededor y la elevada exigencia que tienes de ti mismo y de los demás. Tu carácter rígido y, en ocasiones, intransigente, pueden convertirte en una persona difícil de tratar.

  • Qué hacer. Tienes que bajar, de vez en cuando, de tu pedestal y ponerte a la altura de los demás. Practicar la empatía, tratando de comprender los sentimientos de las personas que te rodean, te ayudará a ser más humano y dulcificar tu carácter.


TEST

¿CUAL ES TU TEMPERAMENTO?


1 Cuando vas de excursión, lo que más te gusta hacer es...
_A. Contemplar la naturaleza.
_B. Prepararla con antelación.
_C. Pasarlo bien con tus amigos.
_D. Organizar las actividades.


2 En el trabajo, el puesto que más te define es...
_A. El creativo.
_B. El organizador.
_C. El relaciones públicas.
_D. El jefe.


3 Cuando vas a una reunión, lo que sueles hacer es...
_A. Pasar desapercibido.
_B. Ser educado y cortés.
_C. Hablar con todo el mundo.
_D. Hacer contactos.


4 La forma de relacionarte con tu pareja es...
_A. Muy romántica.
_B. Cordial, como dos amigos.
_C. Divertida y enriquecedora.
_D. Apasionada pero difícil.


5 Lo que más te interesa en tu tiempo de ocio es...
_A. Leer, escuchar música...
_B. Descansar y estar tranquilo.
_C. Estar con tu familia y amigos.
_D. Hacer deporte, viajar...



RESPUESTAS


Mayoría de A:
Sensible. Original y creativo, tienes alma de artista.

Mayoría de B:
Equilibrado. Inteligente y racional, siempre sabes cómo actuar.

Mayoría C:
Sociable. Eres extrovertido/a y te llevas bien con todo el mundo.

Mayoría D:
Líder. Gracias a tus dotes de mando , logras que los demás te sigan.


lunes, 4 de enero de 2021

Los amigos de tu pareja... ¿son también tus amigos?

 


Cuando dos personas deciden unir su destino, hay varios aspectos en su vida que también entran en el "pack" como, por ejemplo, los amigos de cada uno. Para que haya una buena convivencia, es necesario integrarlos de forma correcta a la relación.

  • Al principio, todo son parabienes pero, con el roce, surge el cariño o, todo lo contrario, las primeras desavenencias. Cuando no hay una buena relación entre los amigos y la pareja, puede deberse a varias causas.

  • Lo más habitual es la incompatibilidad de caracteres, aunque detrás de un simple "no me cae bien tu amigo/a" pueden esconderse sentimientos ocultos como los celos o el temor de que alguien ajeno a la relación pueda interferir en la buena marcha de ésta. Antes de tomar una decisión, se debe pensar si realmente hay un problema de convivencia o si se trata tan solo de un sentimiento egoísta por nuestra parte.

  • Hay que tener en cuenta, además, que todos tenemos derecho a conservar nuestras propias amistades. Es conveniente buscar tiempo y espacio para cultivar libremente nuestra vida social, y, sobre todo, no someterse a chantajes emocionales por parte de nadie (ni de los amigos ni de nuestra propia pareja).