lunes, 12 de abril de 2021

Respetar la intimidad del otro

 


La pareja se constituye sobre la base del compromiso y respeto mutuos. Sin embargo, a veces, vulneramos el espacio personal del otro, llevados por la inseguridad y un irracional sentimiento de propiedad. Esto puede tener graves consecuencias.

  • Influidos por el engañoso concepto romántico de que los enamorados se convierten en una unidad indivisible, creemos que lo lícito es conocer todo lo que nuestra pareja hace, siente o piensa. Sin embargo, todos tenemos derecho a un espacio íntimo y personal en el que nadie debe entrar. Además, su existencia es vital para seguir enriqueciéndonos como personas y para mantener nuestra esencia. Fundirse el uno con el otro acabará por agobiarnos y sofocar peligrosamente la relación.
  • La persona con la que compartimos nuestro proyecto de vida está con nosotros libremente, por lo que no debemos sentirnos inseguros ni desconfiar de ella. Si algo nos hace pensar mal, debemos exponérselo inmediatamente, en lugar de hacer elucubraciones que nos angustien.
  • Es humano, pero muy poco recomendable caer en espiar las cosas del otro, como los emails o los mensajes de móvil. Nos hará ver fantasmas, incluso si no los hay, y estaremos violando su intimidad y haciendo algo que no querríamos que nos hicieran a nosotros.


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