Un reciente estudio parece haber encontrado la causa del irrefrenable impulso que muchas personas sienten hacia la infidelidad. Se trata de un receptor de la dopamina, la hormona relacionada con el placer y las adicciones.
- Aburrimiento, necesidad de afirmación personal, insatisfacción sexual... muchas son las causas que pueden llevar a una persona a traicionar a su pareja. Pero, según un estudio realizado por una universidad estadounidense, la culpa también la podrían tener nuestros genes.
- Este estudio afirma que las personas que contienen una variante específica de un receptor de la dopamina son más susceptibles a caer en la tentación, no sólo de la infidelidad, sino también del consumo de alcohol y de drogas.
- Se llegó a esta conclusión tras estudiar a 181 adultos jóvenes de ambos sexos, recopilar información sobre sus características genéticas y relacionarla con sus hábitos sexuales, sobre todo, lo referente a la promiscuidad y la infidelidad.
- Las personas que tenían esta variante genética sentían un deseo especial de buscar relaciones sexuales casuales por la motivación que representaba hacer algo prohibido y morboso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario