Volver al trabajo supone un gran cambio que no solo afecta al ritmo de vida, sino también a la salud sexual, que puede verse afectada por esta nueva etapa.
Estrés. Según un estudio, el 74% de los hombres con disfunción eréctil sufre estrés. Este trastorno es una de las consecuencias de la reincorporación a la vida laboral y de las responsabilidades y retos a los que deben hacer frente. Estos compromisos aumentan la tensión y las preocupaciones, causando un aumento de la segregación de adrenalina en el organismo. Esta hormona actúa como vasoconstrictor, reduciendo la capacidad circulatoria y perjudicando las erecciones y, por tanto, las relaciones íntimas.
Combátela. Muévete y haz ejercicio para liberar tensión. También debes llevar una dieta adecuada, evitar el alcohol y el tabaco, dormir lo suficiente e intentar aparcar las responsabilidades laborales cuando salgas de la oficina.
No pierdas el ritmo. A pesar de la ansiedad, mantener relaciones sexuales de forma habitual ayuda a relajarnos y beneficia al organismo, ya que. durante el coito, se acelera el ritmo cardíaco de una forma sana y mejora el estado general de las arterias y, paradójicamente, ayuda a combatir estrés.
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