sábado, 5 de mayo de 2012

Aprende a interpretar el lenguaje no verbal


Los gestos y las miradas que delatan nuestras intenciones

Tan sólo el 40% de la información que generamos la transmitimos a través de las palabras. El 60% restante corresponde a la postura corporal, la expresión del rostro, etc. Dominar estos aspectos nos ayudará a comunicarnos mejor

Hay personas que nos caen bien desde el primer momento mientras que hay otras que nos producen rechazo. ¿Cómo puede ser, si apenas hemos tenido tiempo de conocerlas? Esto se debe a un lenguaje misterioso que nada tiene que ver con las palabras. Una sonrisa que nos enamora, una mirada que nos hace desconfiar… Para interpretar este idioma tan sólo tienes que aprender el vocabulario de los gestos.

El lenguaje de la mirada

Con los ojos no sólo mostramos sentimientos, sino que también establecemos un contacto muy especial con nuestro interlocutor.

Cómo utilizar la mirada a tu favor. Cuando hablamos con una persona, debemos mirarle a los ojos para demostrarle interés, respeto y confianza pero no hay que hacerlo de forma excesivamente directa.

Las que debemos evitar. Hay miradas que, aunque se hacen de forma inconsciente, pueden causar un efecto negativo.

  • Mirar hacia abajo. Muestra incredulidad por lo que se escucha.
  • Mirar hacia los lados. Denota hipocresía o poco interés.
  • Pestañear mucho. Demuestra nerviosismo o incredulidad.
  • No mirar al interlocutor. Se interpreta como timidez o rechazo.
  • Mirar por encima de las gafas. Muestra desconfianza.
  • Entrecerrar los ojos. Es signo de incredulidad o desaprobación.
  • Mirar de reojo. Denota complicidad y coquetería.

El poder de la sonrisa

No hay duda alguna de que el lenguaje de la sonrisa es universal. “Toda la gente sonríe en el mismo idioma”, decía el periodista Morris Mandel. Sus ventajas son muchas: embellece el rostro, abre puertas y nos allana el camino para llegar a los demás.

Tipos de sonrisas. No todas son iguales  ni expresan las mismas intenciones, para saber diferenciarlas, observa estos rasgos:

  • Leve. Es la sonrisa típica de las personas tímidas e inseguras pero, si se acompaña de una mirada sincera, resulta agradable.
  • Intensa y mostrando los dientes superiores. Es la sonrisa más positiva, ya que muestra sinceridad, confianza y afecto.
  • Reír tapándose la boca. Denota timidez e inseguridad.

Gestos delatores

Durante las conversaciones, realizamos, casi sin darnos cuenta, unos movimientos que muestran nuestro estado de ánimo.

Cómo interpretarlos. Conocer el significado de estos gestos puede ayudarnos a conocer mejor a nuestro interlocutor y también a evitar aquellos que sabemos que transmiten un mensaje negativo.

  • Acariciarse la mandíbula. Es señal de reflexión, por lo que muestra interés e inteligencia.

LA PRIMERA IMPRESIÓN ES LA QUE CUENTA

Hay situaciones en las que es muy importante causar una buena impresión desde el primer momento. En una entrevista de trabajo, cuando nos presentan a una persona… Para lograrlo, sigue estos consejos:

  • RESPETA EL ESPACIO PERSONAL. No te acerques a tu interlocutor más de 45 cm para que no se sienta intimidado.
  • SONRÍE E INCLINA LA CABEZA HACIA UN LADO. Denota amistad, sinceridad y calidez.
  • MIRA A LOS OJOS. Es aconsejable sostener la mirada del otro, pero haciendo breves descansos para que no resulte agresivo. Si te diriges a un grupo, procura mirarlos a todos.
  • SÉ SU ESPEJO. Adoptar su misma postura y sus gestos le hará sentirse más seguro.
  • PONTE AL MISMO NIVEL. No se aconseja mantenerse de pie cuando los demás están sentados y viceversa.



SEÑALES DE SEDUCCIÓN

Si hay algún tipo de relación en la que el lenguaje verbal es de vital importancia, ésta es, sin duda, la relación amorosa. Miradas, gestos, movimientos… en el amor, todo tiene un significado secreto.

  • Juguetear con el pelo. Es una señal inconfundible de coquetería.
  • Tocarse el cinturón. Se trata de un gesto que realizan los hombres de forma inconsciente para atraer la mirada femenina hacia la pelvis.
  • Tocar un objeto distraídamente. Suele ser típico de las personas que desean acariciar y ser acariciadas.
  • Enseñar el dorso de las muñecas. Significa confianza, bienestar y ganas de entregarse al otro.
  • Tener las pupilas dilatadas. Si lo observamos en la persona que tenemos delante, es porque siente atracción hacia nosotros.
  • Humedecerse los labios con la lengua. Es un gesto muy sensual que demuestra el deseo por ser besado/a.


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