sábado, 7 de abril de 2012

Supera el pasado, hoy empieza un nuevo día


Pasa página: Eres el único dueño de tu destino

La esperanza de la vida vuelve con el sol”, sostenía el poeta latino Juvenal. Si tienes la sensación de estar anclado en tus recuerdos, ¡rompe las cadenas! El secreto está en apreciar las experiencias vividas, recordar lo bueno y huir de los lamentos.

Hoy es el primer día del resto de tu vida”, recoge un proverbio anónimo. No se trata de que olvides el pasado, sino de que te reconcilies con él para así poder disfrutar de lo que eres y tienes en este momento. “Volver la vista atrás es una cosa y marchar atrás, otra”, decía el ensayista inglés Charles C. Colton.

Atrévete a dar un giro a tu vida

Si el peso del pasado se hace excesivo y te da la impresión de que no avanzas, intenta cambiar de actitud siguiendo estos útiles consejos.

  • Suelta lastre.Las lamentaciones no sirven para nada; entregarse a ellas es perder el tiempo presente por un pasado que ya no nos pertenece”, aconsejaba Abel Dufresne, escritor francés. No hay que vivir sujetos al victimismo como tampoco hay que cargar con el peso del resentimiento. “Una persona resentida se intoxica a sí misma”, advertía el filósofo Scheler. La última regla de oro que te ayudará a romper con el pasado es no culparte por las equivocaciones cometidas o las ocasiones desaprovechadas, puesto que la vida es una enseñanza continua. “Cuando encajamos los errores como algo natural damos un paso de gigante en la conquista hacia la felicidad”, asegura la psicóloga Mª Jesús Álava.

HAZ LIMPIEZA DEL PASADO

Es imposible centrarse en el momento presente si nuestro entorno más próximo está repleto de recuerdos del pasado. No se trata de deshacerte de cosas que para ti tienen valor, pero sí de ordenar, almacenar y prescindir de lo que ya no tiene cabida en tu nueva vida.

  • TU CASA, TU REFUGIO. Nuestro hogar no es sólo el lugar donde buscamos cobijo, sino el espacio donde nos recargamos de energía día tras día. Observa tu alrededor y mira si hay alguna fotografía o recuerdo que, en lugar de ayudarte a seguir tu camino, te impide dar un nuevo paso.
  • RENUEVA EL ESPACIO. Para empezar a ver las cosas de forma diferente, a veces, va muy bien hacer algunos cambios. Esto no significa que tengas que mudarte a otro lugar o redecorar tu casa de arriba abajo, algo que no siempre es posible, pero sí es de gran ayuda pintar las paredes de otro color, reorganizar los espacios, colocar tus libros o tus discos favoritos en un lugar más visible, colgar un cuadro que te inspire, etc.

  • Da valor al aquí y el ahora. “¡Qué tiempos aquéllos!”, solemos exclamar con añoranza cuando rememoramos momentos felices del pasado. Si bien es muy reconfortante revivir esos recuerdos –“uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida”, recoge la letra de una canción de Chavela Vargas-, no desdeñes el presente. “Cuando decimos que todo pasado fue mejor, condenamos el porvenir sin conocerlo”, sostenía Quevedo. Una historia zen recoge el diálogo de un discípulo que le pregunta a su maestro dónde está la verdad. Éste le responde: “En la vida de cada día”. El discípulo replica: “Pero yo no veo ahí verdad ninguna”. “Ésa es la diferencia –le responde su guía espiritual- unos la ven y otros no”.
  • La plena aceptación. Una persona es feliz, explica Antonio Jorge Larruy, investigador del autoconocimiento, “cuando vive plenamente la vida, aceptándola como le viene”. Javier Urra, psicólogo y autor de “¿Qué se le puede pedir a la vida?” considera que ser feliz es fruto de una decisión triple que consiste en asumir el presente, responsabilizándonos de él –no ganamos nada maldiciendo nuestra mala suerte o echando la culpa de nuestro malestar, pena, rabia, etc. a los demás-, en mantener una actitud positiva y en marcarnos pequeñas metas diarias.
  • Retoma el vuelo.La diferencia entre las personas felices y las que no lo son –afirma Jenny Moix, profesora de psicología y autora del libro “Felicidad flexible”- es que las primeras se ponen el sufrimiento en una mochila y siguen mirando hacia delante. A la gente que no es feliz ese sufrimiento la invade, inundando toda su vida”. Convéncete de que tú también tienes derecho a rehacer tu vida y de que hoy es el mejor día para dar ese golpe de timón que te hará cambiar de rumbo.

CÓMO CENTRARSE EN EL PRESENTE

El político Benjamín Franklin afirmaba: “Si el tiempo es lo más caro, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches”. Los expertos no se cansan de repetirlo: para ser feliz hay que vivir el presente.

  • El pasado pasado está.Agua pasada no mueve molino”, dice el refrán. La mejor forma de superar el pasado es dejando de hacer tantas referencias a él. Un ejercicio que da muy buenos resultados es obligarse a hablar en tiempo presente. Sustituye el “yo era” por el “soy”, el “ a mí me gustaba”, por el “me gusta”, etc. Da igual quien fuiste o dejaste de ser, piensa en quien eres y hacia dónde quieres ir.
  • Mira hacia delante. Trata de dirigir toda tu energía emocional hacia la reconstrucción. En lugar de preguntarte “por qué”, algo que sólo te hará dar más vueltas al pasado, intenta analizar “para qué”, es decir, qué lección/es has aprendido. Centra tu atención en todo lo bueno que sucede a tu alrededor, sonríe al máximo y ¡a vivir que son dos días!

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